Hay un nuevo capítulo en el conflicto entre Marc-André ter Stegen y el FC Barcelona, donde ha vivido un giro significativo en las últimas horas. Después de varios días de tensión y de un expediente disciplinario abierto, el portero alemán ha decidido finalmente firmar el consentimiento médico necesario para que el club pueda enviar su informe a LaLiga. Este documento era clave para regularizar su situación y desbloquear un conflicto que amenazaba con alargarse.
Ayer por la tarde, Ter Stegen dio luz verde al trámite, lo que permitió al Barça emitir un comunicado oficial confirmando dos decisiones importantes: el levantamiento del expediente disciplinario y la restitución del guardameta como uno de los capitanes del equipo. Con este gesto, se pone fin —al menos de forma provisional— a una guerra interna que había generado inquietud tanto en el vestuario como entre la afición.
Fuentes cercanas al club señalan que las conversaciones entre las partes se intensificaron en las últimas 48 horas, con la intención de evitar que el caso derivara en una ruptura más profunda. La firma de Ter Stegen, además de cumplir con un requisito administrativo, supone un mensaje claro de disposición a retomar la normalidad y centrarse en la competición.
Este desenlace temporal llega en un momento clave de la temporada, con el equipo en plena preparación para el inicio oficial y con varios frentes deportivos abiertos. La reconciliación, aunque parcial, permite al técnico trabajar con mayor tranquilidad y evitar que las disputas internas resten energía en un curso que se presenta exigente.
Sin embargo, queda por ver si esta tregua se consolida o si se trata solo de una pausa en un conflicto más profundo. Por ahora, la relación entre Ter Stegen y el Barça se ha reencauzado, pero el futuro dirá si esta paz se mantiene o si las diferencias volverán a aflorar en los próximos meses.

