El FC Barcelona comenzó el partido frente al Alba Berlín con cierta falta de ritmo, mostrando dificultades para entrar en juego en los primeros minutos. La intensidad defensiva del rival y algunos errores en la circulación del balón impidieron que el equipo azulgrana encontrara fluidez en ataque. No obstante, con el paso del tiempo, los de Roger Grimau lograron asentarse sobre la pista y mejorar sus prestaciones ofensivas. En los minutos finales del primer cuarto, el marcador reflejaba un ajustado 11-12, que posteriormente se convirtió en un 20-18.
En el segundo cuarto, el Barcelona elevó su nivel defensivo, dificultando las opciones de anotación del equipo contrario. En determinados momentos, los blaugranas dieron la sensación de poder romper el partido, especialmente tras encadenar dos triples consecutivos que obligaron al rival a solicitar tiempo muerto. Sin embargo, la igualdad se mantuvo en el electrónico, la primera mitad del cuarto con un 34-30 y un resultado al descanso de 39-41.
De cara a la segunda parte, quedaba claro que si el equipo catalán ajustaba ciertos detalles en defensa y mejoraba su selección de tiro, tendría opciones de llevarse el encuentro. En el tercer cuarto, el Barcelona incrementó la intensidad defensiva y mejoró su acierto en ataque. A pesar de ello, el partido continuaba muy equilibrado, con parciales de 49-52 y 64-66 al término del periodo.
El último cuarto fue el más determinante. El Barça salió con una actitud más agresiva y supo imponerse en los momentos clave, especialmente desde la línea de tres puntos. Su acierto en los tiros exteriores resultó decisivo para ampliar la ventaja en los minutos finales y certificar la victoria con un marcador final de 85-99.
Este triunfo supone un importante refuerzo anímico para el equipo, que afrontará con mayor tranquilidad su próximo compromiso en el Palau Blaugrana frente al Tenerife, un encuentro clave para consolidar su posición en la clasificación.